El rotundo fracaso del pájaro.

Y sí, es hora de reconocer la derrota. Yo creía que era gracioso, es más, creía que podía hacer un video gracioso, te digo más todavía, creía que podía inventar un personaje para protagonizar un video gracioso. Y no. Resulta que no.

Está bien, reconozco que improvisé, que no estaba guionado, pero como guionar algo cuándo no tenés la más pálida idea de lo que es un guión? Ah, viste, no es tan fácil. Así y todo le puse ganas, le puse lo mejor de mí. Sí, lo mejor de mí, no tengo tantas cosas mejores. Y que hay? Seguro que vos andás desparramando cosas mejores a raudales y no se te acaban las ideas nunca, no? De verdad? Y como hacés? Hay una técnica?

Bueno, decía, le puse ganas, y de promoción NI HABLAR. Mirá: lo subí a menéame donde tuvo dos (dos) d-o-s, II, uno y el que sigue, DOS PUTOS VOTOS, uno el mío y el otro anónimo, que bueno, puede que haya sido mío también, no me acuerdo, de verdad, para qué te voy a mentir. Estoy reconociendo el fracaso, no? Ufa, no me jodas.

Intenté con Taringa, tuvo más de 50 visitas, pero viste como es Taringa, que miran todo y no miran nada, pasan y pasan los post y nada, ahora si te dejan UN comentario al menos ya es otra cosa. Y no, no me dejaron UN SOLO PUTO COMENTARIO. You tube? Ni hablar, pasaron las cien visitas como cuando vos pasás la puerta del departamento uno pero resulta que vas a visitar a tu amigo que vive en el dos: CERO comentario.

Incluso le mandé un mail a Esteban Podeti (que es muy buen tipo y siempre me contesta las más disparatadas y, sobre todo, desubicadas cosas que se me ocurre preguntarle) y nada, silencio de radio o cri-cri-cri como ponen ahora en la tv.
Ahí ya me tuve que dar cuenta, no quedó otra que darme cuenta. Y me di cuenta nomás, por qué creés que escribo esto? Ahora el tema estaría en ver que hago, porque si no soy gracioso tener un blog de humor es medio como asumir que en el fondo soy como Azcuénaga.

Azcuénaga es el plomero que vino a casa a ver porque llegó una factura de agua de 490 pesos. Ubicate: somos dos personas y no tenemos una pileta olímpica en el patio. No, climatizada menos. Me estás jodiendo, no? Habitualmente la factura es de 19 pesos. Bien, Azcuénaga lo solucionó rompiendo los caños que estaban bien (eso nos dijo el inspector), violando el medidor, que sigue girando como un turbo a reacción (sí giran adentro tienen como unas hélices que giran), y cobrándonos 100 pesitos.

El resultado inmediato fue que el inspector de Aguas Provinciales -Mendez o Menendez, no estoy seguro- que vino el jueves pasado nos miro feo y con gesto adusto nos dijo: “ésto no lo tenían que tocar para nada. Alguien metió mano acá, no?”.

Solo nos faltaba enterarnos que Azcuénaga no es un plomero matriculado y cartón lleno. Bueno, ya no nos falta, porque el vecino que lo recomendó ayer mismo me dijo: “no, Azcuénaga no es matriculado, nosotros lo llamamos para las cosas chicas, me entiende?”

Así que si necesitan algo de humor chico me pueden llamar. Una sonrisa leve, una alegría al pasar, algo por el estilo no hay problema. Eso sí, NO le garantizo que se le pueda estropear la carcajada o la risa a mandíbula batiente. Para eso buscate un matriculado.

3 comentarios:

aleida-g dijo...

No comment...cri..cri..cri


http://construitupropiadramaturgia.blogspot.com/

aleida-g dijo...

No comment...cri..cri..cri


http://construitupropiadramaturgia.blogspot.com/

Gustavo Correa dijo...

Ya no sé Aleida-g. El curso que me propone parece bueno, pero Podeti también tendría que ocuparse del tema, no? Dictó talleres de cualquier cosa, hasta de prólogos, de prólogos! y de los monólogos, que justamente son el meollo de los humoristas, nada. Hay que decirle.